HACIA UNA EDUCACIÓN DEL FUTURO. LA EDUCACIÓN DEL MAÑANA.

Desafíos y Tendencias

Lorenzo Guadamuz Sandoval

SÁBADO 5 DE MAYO  2018

En el primer artículo  de esta serie , publicado el 1 de mayo 2018,   desarrollé varios aspectos bajo el título 1- LA EDUCACIÓN QUE NECESITAMOS Y QUEREMOS. Mencioné  la necesidad de cambiar algunas cosas y cité -entre otras varias- dos preocupantes que quiero de nuevo subrayar:

  1. El golpe al presupuesto de la educación. Por años muchos luchamos por un mejor presupuesto de educación. Se logró después de muchas luchas que se modificara la Constitución Política y se consignara en la Carta Magna un 8% para la educación. Pero el Gobierno nunca llegó a entregar ese 8% y ahora, antes de terminar este Gobierno (2014-2018) el Ministerio de Hacienda  dio disposiciones que hacen que  el logro de un 8% del PIB para el MEP se vuelva una quimera, una ilusión, pues del 8% ahora le quitan los aportes del Gobierno al INA, al CEN CINAI, a las Universidades (1,5%) , a la UTN y otros rebajos , además de las enormes transferencias a Fundaciones, con lo cual realmente el MEP no tendrá recursos nuevos.

La última jugarreta de  don Helio Fallas , Ministro de Hacienda, fue meterle a la educación pública  pública  un gol olímpico , del cual ni los Gremios , menos las universidades , ni los Diputados ni los Ciudadanos , nadie ha salido a denunciar, menos a defender a  la educación pública , la que va desde preescolar hasta la secundaria, a la diurna y a la nocturna, a la formal y a la no formal, a la urbana y a la rural. Todos nos quedamos callados ante este nuevo golpe al financiamiento de la educación pública, más que ese gol  fue bendecido por la OCDE, en un craso  error de ese organismo  que pasará a la historia como una  intromisión incorrecta.

  • Los maestros necesitan que el sistema de recursos humanos del MEP reconozca verdaderamente el trabajo que realizan, que actualice los estancados salarios durante los últimos 4 años (que están produciendo un endeudamiento creciente en casi el cien por ciento de los trabajadores de la educación) ;  que termine con los interminables interinatos;  que se termine  la mala práctica nombrar profesores en zonas opuestas diametralmente a sus lugares de residencia y nombrándolos con pocas lecciones ( lo que equivale a  obligarlos a renunciar para seguir nombrando interinos)  cuando ya deberíamos  hace años nombrar a los profesores de colegios por medios tiempos y tiempos completos); además que los educadores  tengan una carga de horario adecuada que les permita responder a las necesidades y expectativas educativas de su alumnado y evitar se les siga recargando con tareas que no son las propias de la docencia. En los últimos años ha habido una tendencia de irles tirando a los maestros la recopilación de todos los datos que requieren los Ministerios o instituciones autónomas, sean de salud, de censos, de encuestas, de programas de ambiente, de seguridad, de servicios…sólo falta les pongan a recoger impuestos .

Se ha burocratizado en grado abusivo el trabajo del docente: exceso de Comisiones, abundancia de reuniones todas las semanas y casi a diario ,capacitaciones irrelevantes con más de lo mismo,  interminable llenado de actas de un tipo, actas del otro; exceso de papelería estadísticas e informes de cuanto invento se le ocurre a quienes no tienen nada positivo que hacer en las oficinas centrales o en las universidades;  abundancia de papelería en evaluaciones, registros, softwares de gestión , adecuaciones curriculares y una interminable lista de ocurrencias, pero ninguna orientada a hacer lo que deberían hacer: ENSEÑAR, ENSEÑAR BIEN  y ELEVAR LA CALIDAD DE LA EDUCACION, lo cual pareciera no importarle a nadie.

Hoy seguimos con el segundo artículo de esta serie.

  • DESAFIOS Y TENDENCIAS DE LA EDUCACIÓN EN EL SIGLO XXI.

Reconocimiento  y agradecimiento al Dr. Arnobio Maya (Colombia) y al Dr. Juan Chong (Perú) por su colaboración y revisión de estos textos.

El mundo que estamos viviendo en este  siglo XXI, a pocos años  del Bicentenario de la Independencia en muchos países Latinoamericanos (y ciertamente en Costa Rica en el 2021)  presenta importantes situaciones novedosas de toda índole: científica, tecnológica, económica, social, cultural, ambiental, espacial,  descubrimientos en el cerebro, en robotización, en salud avanzada , en inteligencia artificial ,  entre otras áreas del conocimiento , que se han generado con impresionante celeridad en las últimas décadas.

La realidad es que el mundo de hoy, del cual  estamos casi terminando las  dos primeras décadas del siglo XXI, es una realidad de contrastes, asombros, desconciertos, experiencias inesperadas, logros, fracasos, inseguridad, pobreza, desempleo, droga, corrupción , esperanzas, sueños, fracasos en la calidad de la educación  y ante todo de muchas preguntas, una de las cuales muy relevante es: ¿qué, cómo deben aprender las nuevas generaciones y para qué?, de tal manera que ellas adquieran los conocimientos y competencias indispensables para construirse un mundo y una vida digna, justa y equitativa, en que no se atente contra valores fundamentales tales como la equidad, la libertad, la felicidad, los sueños de grandeza y la dignidad humana y la propia sobrevivencia de y en nuestro Planeta, siempre en riesgo de ser manipulada y malversada?

Bajo tal perspectiva, es importante considerar que en la sociedad mundial se vienen dando fenómenos que parecen irreversibles, como son la globalización, la sociedad del conocimiento y el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación avanzadas, tres pilares fundamentales finalmente correlacionados, sobre los cuales descansa la sociedad actual y sus perspectivas de desarrollo. Sobre estos pilares , entre otros,  la educación tiene que  cambiar   suficientemente para así dimensionar y construir el nuevo currículo que se centre en la verdadera, no retórica, formación integral del ser humano que hoy quizás más que antes, por la complejidad y contradicciones del mundo actual y del futuro, se hace más acuciante e imperativo,  especialmente ante la visible pérdida de valores y principios.

¿Cómo encontrar la clave para contribuir a que nuestras poblaciones educativas logren dicha formación integral y no continuar alienados con el positivismo, el materialismo, el racionalismo, el conductismo y otros ismos similares y la cultura “light”1 a la que Enrique Rojas se refiere con solvencia y de la “cultura líquida” de que habla Zygmunt Bauman, “la cual ya no es una cultura del aprendizaje sino sobre todo una “cultura del desapego, de la discontinuidad y del olvido”2 a los cuales se ha acostumbrado, domesticado, la humanidad durante estos últimos cuatro siglos?

¿Cómo lograr que nuestros estudiantes sean los maestros de su propio aprendizaje? ¿Cómo, encontrar la clave para formar a los jóvenes y adolescentes en el siglo XXI, para que deseen y puedan participar en pie de igualdad en el desarrollo sustentable, la paz, y la búsqueda de la equidad? ¿Cómo construir una educación para los jóvenes que supere los límites de los modelos inventados para seleccionar y formar a los jóvenes para una estructura económica y social, propia de las etapas de la industrialización del siglo XX y no de los desafíos de “una globalización con rostro humano” como nos demanda la humanidad….? ¿Cómo hacer que los niños, los jóvenes y las personas adultas sujetos siempre de educación, transiten sin

contratiempos y con aprendizajes fortalecidos por una era digital que, así como está trayendo grandes beneficios crea también retos importantes al desarrollo humano integral, si no se dan o se ponen límites racionales y la presencia efectiva de valores éticos y morales que, a veces por el facilismo de las comunicaciones y de la información se trasgreden, atentando contra el respeto a la dignidad y la libertad de las personas . ¡Cuán importante es el desarrollo de la capacidad crítica, de la autonomía y la responsabilidad individual y colectiva, dentro de un mundo complejo y novedoso!

Estamos viviendo pues, en un mundo enormemente diferente del que transcurrimos o transitamos en el siglo XX, en donde la tecnología digital parece comandar todo el desarrollo del planeta y del universo, unido a las luchas por el agua, las nuevas fuentes de energía y la sobrevivencia de la especie humana lo cual pasa por cuidar nuestro Planeta Tierra.

En relación con la tecnología digital que hoy es una constante en la vida productiva, empresarial, social y cultural, y que seguramente lo será en el futuro y que ha propiciado el fundamento para lo que hoy se da en llamar la sociedad de la información y del conocimiento, es una perspectiva que invita a la educación a trabajar en función de ella y, en concreto, a utilizar para el aprendizaje, la innovación y la creatividad, en todos los niveles educativos, con el apoyo de hoy de los avances en la Inteligencia artificial (Deep learning) y aplicaciones individualizadas y personalizadas en la oferta educativa Siglo XXI para responder a una demanda radicalmente diferente a la del siglo XX.

Uno de los desafíos a nivel mundial para la educación y para cada país es el diseño, implementación y aplicación y eso parece ser lo esencial, de un nuevo currículo que centre como paradigma la posibilidad real de que los estudiantes antes que la manipulación de mecanismos electrónicos, digitales y otros, propios del industrialismo mecanizante y quizás de esta misma era digital, “light” y “líquida” apabullantes que promueven el facilismo y la superficialidad y el “vacío existencial” de que hablará con tanta claridad y propiedad Víctor Frankl (1994)3, de tal manera que se estimule una pedagogía de la comprensión y no del conocimiento por el conocimiento mismo, una pedagogía que fomente la inteligencia  y ayude a reformar el pensamiento linealizado por un pensamiento de la complejidad de tal manera que el alumnado aprenda a pensar, a ser autónomo, a procesar y utilizar información adecuadamente, a estudiar y aprender permanentemente como una conducta de toda la vida y a tomar decisiones independientes sobre lo que el conocimiento y el desarrollo individual y social corresponde; de tal manera que sean capaces de contribuir a la transformación del mundo y que se sientan cómodos en un ambiente mundial nuevo, en el que se aprecia, respeta y valora la diversidad de etnias, religiones, de orígenes, generacionales, de capacidades, en fin, diversidad de todo tipo.

Como señalan Cukierman y Vigili: “Un gran pensador y escritor contemporáneo que también se refiere a la multiplicidad de inteligencias y a la necesidad de un cambio en el sistema educativo actual es Sir Ken Robinson, quien plantea que “el conocimiento de la educación para el siglo XXI debe ser transformada radicalmente” y plantea que dicha transformación no pasa por la estandarización de la educación, sino por su personalización (Robinson, 2009)4.

El gran salto de la educación hacia el siglo XXI es pues la transformación del currículo para el nuevo mundo a que apunta dicho siglo con la globalización, la sociedad del conocimiento y

la Era Digital, que demandan un ser humano en perspectiva de desarrollo de verdad integral, diferente al casi robot, por su forma de pensar y producir que instauró durante tanto tiempo el paradigma newto-cartesiano, mecanicista, materialista, pragmatista y conductista.

En este marco, es importante señalar, asimismo, la necesidad de continuar el seguimiento a los compromisos internacionales en materia de educación, que tiene Costa Rica, especialmente la Educación Para Todos (EPT), incluyendo las nuevas propuestas posteriores al año 2015, los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas (ODM) 2030 , las Metas Educativas 2021 y el Decálogo Educativo Centroamericano.

También, se deben tener en cuenta las recomendaciones de las Conferencias Mundiales o Reuniones sobre Educación, como, la Primera Conferencia Mundial sobre Atención y Cuidado de la Primera Infancia (2010), la Sexta Conferencia Internacional de Educación de Adultos (CONFINTEA VI), “Vivir y aprender para un futuro viable: El poder del aprendizaje de adultos” (2009), Conferencia Mundial sobre la Educación Superior (2009), “La nueva dinámica de la educación superior”, la Sexta Conferencia Internacional sobre Educación de Adultos (CONFINTEA VI), “Prioridad, con urgencia y rapidez, al programa de educación y aprendizaje de los adultos” y “alcanzar el objetivo de la alfabetización de los adultos” (2009), “Conferencia Mundial sobre la Educación para el Desarrollo Sostenible – El paso a la segunda mitad del Decenio de las Naciones Unidas” (2009), “La educación inclusiva: el camino hacia el futuro”(48ª reunión de la Conferencia Internacional de Educación 2008), entre otras. -la Asamblea General de la ONU aprobó en 2015 la Agenda de Desarrollo hasta 2030 , la llamada “Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”.En 2015, los países coincidieron en la necesidad de un financiamiento integral para al desarrollo. Ellos adoptaron una nueva agenda para el desarrollo sostenible y lograron un nuevo acuerdo mundial  sobre cambio climático.

La agenda contiene 17 nuevos objetivos para el desarrollo sostenible (los ODS) y 169 metas que buscan erradicar la pobreza, combatir las desigualdades y promover la prosperidad, al tiempo que protegen el medio ambiente de aquí a 2030. Acordado por consenso, el documento “Transformando nuestro mundo: la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible”, fue adoptado formalmente por las y los líderes del mundo durante la Cumbre de las Naciones Unidas para la adopción de la agenda de desarrollo posterior a 2015,  celebrada en Nueva York del 25 al 27 de septiembre de 2015.

Todo lo anterior puede percibirse como los desafíos y tendencias principales de la educación actualmente a nivel mundial los cuales, desde luego, en el marco de la globalización, cada país del mundo debe asumir; a nivel local y especialmente de Costa Rica, continuar la búsqueda de una mayor calidad de la educación, la expansión de la oferta en educación técnica y en secundaria, una significativa retención del estudiantado, mayor demanda en educación abierta, alto porcentaje de población 15-30 y 15-45 excluidos de oportunidades educativas y laborales, entre otros, deben marcar la pauta del Ministerio de Educación Pública.

Para resumir, digamos entonces, que para un país como Costa Rica, que pretenda seguir siendo independiente y democrático, es imperativo en su visión educativa encaminar una actividad investigativa dirigida a actualizar los conocimientos sobre los nuevos descubrimientos en temas claves de la inteligencia, el pensamiento, la ciencia y la tecnología y en particular aquellos vinculados a la Informática, la Nanotecnología, la Robótica, los nuevos materiales, la Biotecnología y desde luego el Derecho y la Bioética, sin los cuales aquellos se extraviarían en la construcción de una nueva sociedad.

REFERENCIAS.

1 Rojas, Enrique (2004) El Hombre Light. Una Vida sin Valores. Ediciones Temas de Hoy, S. A. Madrid, España.

 2 Bauman, Zygmunt (2010) Sobre la Educación en un Mundo Líquido. Editorial Paidós. México.

  •  Frankl, Viktor E. (1986) El Hombre en Busca de Sentido. Editorial Herder. Barcelona, España.
  • Cukierman, Uriel Rubén y Virgili, José María (2011) La Educación en el Siglo XXI. Los Desafíos de la Era Digital. http:// puntodeencuentro.utn.edu.ar/up/uploads/2011/03//TESET_p015a034.pdf

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