HACIA LA UNED DEL 2020:

Lorenzo Guadamuz Sandoval

Domingo 19 de marzo  2017

Artículo 2 de 3.

EL POR QUÉ DE ESTOS 3 ARTÍCULOS?

En el mes de agosto 2008 la UNED publicó un valioso Libro titulado “ La Benemérita Universidad Estatal a Distancia en la sociedad del Conocimiento” escrito por  dos excelentes autores: Nidia Lobo Solera y Víctor Hugo Falllas Araya.

El Dr. Fallas Araya y la Dra. Lobo Solera me invitaron a escribir el prólogo de dicho libro, lo cual acepté muy honrado y además gustoso, porque de una u otra forma era rendir un pequeño homenaje al creador de dicha Universidad, el Dr. Uladislao Gámez solano, quien tanto influyó en mi vida profesional y de quien una vez dije: “el día que me encontré con la esposa de don Lalo, Doña Consuelo Lobo  y con don Lalo Gámez, fue Dios quien me llevo al encuentro con mi propio destino”.

En estos días mucho se ha escrito sobre los 40 años de la UNED. Releyendo el Prólogo que escribí en agosto 2008, hace ocho y medio años,   me pareció pertinente compartirlo con mis amigos y amigas de Facebook lo presentado en el referido  libro , lo cual haré en tres artículos .

2- TENDENCIAS EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.

Las Universidades han adquirido un interés estratégico en la competencia internacional por la matrícula,  por lo que hoy somos testigos de una compleja serie de ejercicios de re-estructuración cuyas consecuencias ya se observan:

  • la concentración de recursos en las Universidades o Departamentos  de más alto rendimiento (organizational effectiveness) ;
    • la promoción de disciplinas de punta, especialmente ciencias claves y en sectores tecnológicos claves (altas telecomunicaciones, biotecnologías, nanotecnologías, nuevos materiales, energía nueva, exploración del cerebro, robotización, inteligencia artificial,  ) a expensas de las humanidades .

Sólo aquellas Universidades e instituciones de Educación Superior  que integren exitosamente las estrategias claves de la enseñanza y la investigación con todos los procesos internos de gestión académica y administrativa ,  en procesos virtuales, incrementarán significativamente su eficiencia y cumplirán con excelencia su función. Las tecnologías de la información han venido a convertirse en el elemento catalizador que van cobrando vertiginosamente un papel relevante en el quehacer de las Instituciones de Educación Superior, por lo que  la gestión de proyectos de desarrollo tecnológico y el desarrollo de proyectos de gestión del conocimiento se torna una actividad central en la vida universitaria.

La frontera entre ciencia y tecnología se está borrando: la ciencia crecientemente es llamada cuando se dan limitaciones identificables en la demanda  de las actuales tecnologías y una mirada fresca desde las ciencias básicas se necesita para encontrar nuevas avenidas de cambio radical para  el mejoramiento en la producción. La frontera entre ciencia básica y aplicada también se está borrando: ello tendrá implicaciones en el comportamiento de los académicos, donde ciencia de desarrollo endógeno y por iniciativa propia es más prestigiosa que la ciencia aplicada.

Las ciencias físicas siguen teniendo un alto prestigio, pero las ciencias biológicas están compartiendo esa primacía con investigación en genética, medicina y neurociencia. Las ciencias físicas y biológicas están sufriendo una importante transformación por los efectos de las tecnologías digitales: dispositivos, pruebas y análisis se mueven a niveles cada vez más pequeños y a altas velocidades, con costos unitarios menores (costo cercano a cero) y paralelamente con la posibilidad de un uso creciente de las simulaciones que el ciberespacio permite planear, diseñar, probar, evaluar y modificar . Ello impactará el curriculum en la Universidad, haciendo impostergable su re-estructuración.

Las tecnologías vigentes no están ayudando a capturar el conocimiento eficientemente. Las nuevas plataformas se focalizan no en capturar el conocimiento mismo, sino especialmente en la práctica  y productos de los trabajadores del conocimiento.  Las tecnologías están tratando de no imponer nociones preconcebidas acerca de cómo el trabajo debería de categorizarse o estructurarse. Se están desarrollando herramientas que permitan a estos aspectos emerger. Esto se observa en las tendencias de cambio, al pasar por ejemplo de Internet1 a Internet 2, o en la evolución de las herramientas de Web 1.0 a Web 2.0; o el  impacto en las herramientas de colaboración y comunicaciones unificadas (CCU). Directamente existen innovaciones en las formas de gestión del conocimiento (knowledge management) y  en las aplicaciones de comunidades virtuales de aprendizaje (tipo AREITO).

Entendemos el término comunidad virtual  como un conjunto de personas y organizaciones vinculadas por intereses comunes, las comunidades de aprendizaje, que  representan los intereses conjuntos de estudiantes, docentes, universidades, centros de investigación,  empresas y otras organizaciones interesadas específicamente en mejorar los proyectos de innovación tecnológica y los proyectos de gestión del conocimiento.  Las comunidades virtuales de aprendizaje, y las comunidades de práctica, se vinculan a proyectos en las tres funciones de la Universidad: docencia, investigación y extensión[1].  

Los profesores (trabajadores del conocimiento) suelen viajar y ausentarse de sus oficinas o equipos de trabajo, es decir están dispersos geográficamente de sus compañeros de trabajo, subordinados y jefaturas. Las universidades de todos los tamaños, invierten montos elevados con el propósito de brindar a sus profesores las aplicaciones y los equipos de comunicaciones diseñados para mantenerlos comunicados. Sin embargo, se producen mermas en la productividad y demoras en los proyectos cuando se usan herramientas incorrectas y cuando los estudiantes y profesores  no pueden comunicarse con estos actores fundamentales.

 La distancia geográfica ya no restringe comunicaciones ni colaboraciones. En el nuevo lugar de trabajo tecnológico, lo importante es el trabajo, sea éste la docencia, la investigación o la extensión,  no dónde se realiza (comunicación interactiva instantánea, en línea, colaborativa).  Los estudiantes, proveedores de servicios  esperan poder contactar con su Universidad a cualquier hora y desde cualquier lugar, todo el año. El trabajo universitario, o el estudio cursado en la Universidad, no implica hoy en día trabajar en el mismo sitio, ni tan siquiera en el mismo país, ni pertenecer a la misma Universidad, ni compartir una misma infraestructura de aplicaciones o recursos de red idénticos.

 EDUCACIÓN A DISTANCIA Y VIRTUAL.

   Se entiende por educación a distancia y virtual la modalidad de auto-aprendizaje en que el proceso educativo de enseñanza-aprendizaje se realiza en espacios y tiempos distintos para estudiantes, docente e institución, utilizando para ello diferentes medios, recursos de aprendizaje y de acompañamiento o tutoría; para lo cual  utiliza las tecnologías asociadas a herramientas tecnológicas y digitales, espacios virtuales y redes que incorporan al proceso didáctico los beneficios de la tecnología de la comunicación y de la información social aludida.

Como educación a distancia, se entienden las propuestas identificadas como educación o enseñanza semi-presencial y la educación abierta, definiendo la primera como la combinación armónica en la formación profesional  de la educación presencial y la educación a distancia y la segunda, como una modalidad educativa flexible, ya sea presencial o no presencial, centrada en las necesidades y condiciones del alumno, que permite a éste y a la institución y dado el cumplimiento de los requisitos legales ya establecidos, concertar su proceso de formación en cuanto a tiempo, lugar, contenidos, ritmo de aprendizaje, evaluaciones, etc., que permita a aquel validar o cursar sus aprendizajes y obtener los respectivos reconocimientos legales de sus estudios, los cuales puede haber hecho dentro de alguna institución o de manera autodidáctica libre.

La educación a distancia y la educación virtual si se consideran separadas, comparten algunas características esenciales, aun cuando lo común es que la virtual se identifique como una tercera generación o una complementariedad de aquella, al utilizar tecnologías más sofisticadas y por interacción directa entre el docente o tutor del curso y sus alumnos. Mediante el computador conectado a Internet, el correo electrónico, los grupos de discusión, los chats y la televisión interactiva, el docente interactúa permanentemente con sus alumnos; resuelve inquietudes y orienta los procesos de aprendizaje. La comunicación aquí es permanente y directa; se garantiza la relación docente-alumno, alumno-alumno e incluso docente-docente.

Las características básicas por consiguiente, integradas y atribuibles a la educación a distancia y virtual son:[2]

  • Está disponible en cualquier lugar en que estén ubicados los alumnos. Basta con que el estudiante esté conectado a Internet (y en algunos casos que tenga un aparato receptor de televisión) para que pueda ingresar al ciberespacio, que es el lugar virtual en el cual se encuentra la información que requiere.
  •  Se acomoda a los tiempos del estudiante. Es el estudiante quien define el tiempo de estudio. El tiempo ya no es restringido sino abierto; ya no es una limitante sino una posibilidad. Las 24 horas del día y de cualquier día de la semana son viables y están disponibles para el estudiante, lo cual favorece los ritmos de las personas para adelantar su estudio, según su disponibilidad por asuntos laborales, de familia u otros.
  • Está centrada en la responsabilidad por parte del alumno para realizar su propio aprendizaje. Es el alumno el que decide  qué, cuándo, cuánto, dónde y cómo aprender. El estudiante es entonces protagonista principal de su formación, de acuerdo con sus necesidades, intereses y otras condiciones que lo afecten.
  • La mediación utilizada ofrece a alumnos y docentes la oportunidad de invertir más tiempo en actividades educativas. La disponibilidad de 24 horas de las fuentes de información y de la tecnología para acceder a ella propicia que los sujetos del aprendizaje puedan disponer de más tiempo para estudiar y aprender.
  • Amplía el ámbito de las posibilidades del aprendizaje.  Esto está dado, primero por la multi-mediación y además porque el ciberespacio ofrece mayores posibilidades de fuentes de información y de conocimientos, que los libros y las aulas estáticas de la educación presencial, por ejemplo.
  • Las respuestas a los problemas y a las necesidades de conocimiento son múltiples y no estandarizadas o rígidas como en la educación presencial. Los diversos medios, tecnologías y fuentes de información y conocimientos garantizan más fácil y pertinentes respuestas a las necesidades e intereses específicos de los estudiantes que acceden al estudio por tal modalidad.
  • Garantiza una cultura individual y social del aprender a aprender y de educación permanente en la acción. Este es un factor enriquecedor y de gran importancia para la madurez y el desarrollo personal y profesional del alumno.
  • Permite generar verdaderos procesos de autoevaluación,  co-evaluación y hetero-evaluación. El estudiante por sí mismo aprende a evaluar su proceso de aprendizaje y los resultados obtenidos, suprimiendo el miedo y el misterio de la evaluación y convirtiéndola también en un hecho o elemento educativo. Además, el estudiante recibe retroalimentación de sus compañeros y de sus profesores, porque se da comunicación y exposición e intercambio permanente de experiencias de aprendizaje.

De acuerdo con las modalidades o formas en que se da la distancia y el uso de las mediaciones en el proceso de formación, incluida la relación o interacción profesor-alumno durante el proceso enseñanza-aprendizaje, se distinguen en las instituciones de educación superior cuatro modelos principales: la enseñanza a distancia tradicional, la virtual, la abierta y la semi-presencial.


[1] Lorenzo Guadamuz ha coordinado y asesorado el desarrollado – en la Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología de la República Dominicana – de herramientas colaborativas integradas, en tiempo real, así como de Comunidades Virtuales de Aprendizaje, o de herramientas de Knowledge Management para Universidades, como parte del Proyecto de Plataformas Virtuales de aprendizaje. Ver www.seescyt.net)

[2] Parte de estos conceptos , en sus ideas, son tomados de un  proyecto coordinado  por la Dra. Altagracia López. Insigne investigadora de educación superior en la República Dominicana y en   América Latina, cuando se trabajaba en la Secretaría de Educación Superior en un Proyecto de reglamento para la Educación virtual, y al cual Guadamuz presentó un documento complementario.

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