L. Guadamuz S., Ph.D.
Artículo 1 de 2 sobre Escuelas de Verano.
En diciembre del 2014 cerca de un millón de estudiantes salieron a vacaciones en Costa Rica. En varias oportunidades he dicho que cuando los estudiantes salen a vacaciones, varias decenas de miles de ellos, los provenientes de los estratos socio económicamente más pobres, se ponen en riesgo de perder parte de lo aprendido en su año escolar regular. Para estos estudiantes de bajos recursos que habitan en zonas marginales urbanas y para los habitantes de zonas costeras, el verano significa no tener alimentación todos los días, tener muchas horas de tiempo perdido en oportunidades de aprendizaje , las pocas actividades de recreación las realizan sin supervisión y sin duda- al regresar nuevamente a clases en el curso escolar del 2015- habrían perdido mucho de lo que aprendieron durante el año escolar 2014. Eso no pasa sólo en Costa Rica obviamente, pero en las vacaciones de verano de los próximos años debiésemos hacer algo por evitar ese consabido problema en nuestra Costa Rica.
Ahora, ¿qué hacer al respecto? Una idea es la de enviar a niños en riesgo a las Escuelas de Verano. Pero, ¿eso funciona?. Siendo Ministra de Educación la Dra. María Eugenia Dengo (q.e.p.d.) el MEP desarrolló un Programa de Escuelas de Verano, el cual funcionó con resultados mayoritariamente positivos a pesar de la rigidez del Servicio Civil y de los complejos procedimientos de administración y contratación que caracterizan al Estado costarricense . Fue una lástima que no se le diera continuidad y se hubiesen desarrollado todas las etapas previstas entonces por la Dirección de Planificación Educativa y el Consejo Asesor del Despacho. Hoy se tienen mejores posibilidades y recursos para desarrollar un programa exitoso, eficaz y pertinente , la realidad y la necesidad están ahí presentes.
Diversas investigaciones en el mundo muestran que todos los niños son propensos a las pérdidas de aprendizaje cuando no tienen oportunidades educativas , recreativas , culturales y de socialización positiva durante el verano. Algunos estudios han encontrado que, “en promedio, los estudiantes regresan a la escuela con cerca de un mes detrás de donde estaban académicamente antes del verano”. Pero para “los estudiantes de bajos ingresos, estas pérdidas pueden ser mucho más drásticas ya que los niños de mayores ingresos pueden mantener programas de lectura durante el verano o simplemente sus familiares les compran buenos libros de lectura , mientras que los estudiantes de bajos ingresos no tienen oportunidades de lectura y pierden las habilidades adquiridas”. Algunos estudios hablan de que la diferencia podría ser de hasta tres meses en pérdida de habilidades de lectura al final del verano.
En un artículo publicado en “The Hechinger Report” , el 28 de mayo 2014, escrito por Jackie Mader, titulado “In Mississippi, summer vacation puts lower-income earners at risk. How varied education opportunities widen the achievement gap” , se analiza un tema que -desde otra perspectiva y realidad- he analizado en otros artículos. En Mississippi, los estudiantes negros (que por cierto en USA hoy son la población mayoritaria en la escuela pública) son quienes más sufren la pérdida de conocimiento durante el verano. “Más del 50 por ciento de los niños negros en el estado viven en la pobreza, en comparación con alrededor del 19 por ciento de los niños blancos. Los niños en Mississippi son más propensos a comenzar los veranos ya detrás de su nivel de grado. En 2013, sólo el 55 por ciento de los niños de cuarto grado alcanzaron o superaron el nivel de dominio en el fin examen de lectura del año realizado en el Estado , en comparación con el 64 por ciento de las niñas”. La diferencia es aún más evidente en algunos de los distritos escolares más pobres del Estado. En el Distrito Escolar del Condado de Delta Coahoma, donde el 90 por ciento de los estudiantes son de color negro y el 50 por ciento vive en la pobreza, sólo el 36 por ciento de los niños de cuarto grado alcanzaron o superaron el nivel de dominio en el examen de lectura del Estado en 2013, en comparación con el 71 por ciento de las niñas, dice el referido informe.
Investigaciones realizadas por UNESCO, OECD e importantes universidades en el mundo indican que los programas más efectivos en Escuelas de Verano tienen características similares, tales como educadores de alta calidad, las lecciones introducen a los estudiantes a nuevos contenidos, con metodologías diferentes , con materiales diferentes y en espacios diferentes. En las Escuelas de Verano los estudiantes no sólo evitan la pérdida de aprendizaje; a menudo muestran crecimiento en las habilidades académicas.
Los beneficios de Programas como el de Escuelas de Verano son tan evidentes que muchas ciudades han incrementado las ofertas de Escuelas de Verano. El informe de Hechinger nos dice que en el año 2014 el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, en colaboración con la ciudad ofreció clases gratuitas en ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas para los residentes entre las edades de tres a 24 años. En los veranos anteriores, Chicago ha inscrito a casi 15.000 estudiantes en las Escuela de Verano de recuperación. En Mississippi, las oportunidades de aprendizaje de verano varían mucho según el Distrito Escolar . En los distritos más grandes como Jackson las Escuelas Públicas ofrecen hasta 6 semanas de oportunidades para los estudiantes que están fracasando uno o dos cursos y en riesgo de retención o de abandono escolar.
Continúa….
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