Rol de la ADP en la Transformación curricular. Artículo Propio para asociados jóvenes de la Asociación Dominicana de Profesores.

Lorenzo Guadamuz Sandoval

Sábado 6 de enero 2018.

ANTECEDENTES.

En el mes de abril del año 2000, hace casi 18 años, la Licenciada Nelly Amador , Líder especial y gran Profesional ejemplar de la ADP, cursaba un estudio de Posgrado Superior en una prestigiosa Universidad europea. Con motivo de la elaboración de su Tesis realizó muchas investigaciones, entrevistas y aplicó diversos instrumentos.

Entre esos instrumentos me envió un Cuestionario preguntándome – en mi rol de Asesor Técnico Principal del Plan Decenal- mi opinión sobre el rol de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) en el proceso de Transformación Curricular del Plan Decenal de Educación de la República Dominicana. Dicho instrumento también lo envió la Master Nelly amador al Señor Ex-Subsecretario de Estado de Educación, Encargado Docente; a la Ex-Directora del Depto. De Currículo de la SEEBAC y al Ex-Director de la Oficina de Transformación Curricular.


El día 1 de diciembre 2017 tuve el altísimo honor de ser invitado por el Directorio de la ADP y su Directiva Central a impartir una Conferencia sobre el Futuro de la Educación . Como habían representantes de todas las Provincias y Distritos de la República Dominicana, pude comprobar que la membresía de la ADP actual está compuesta en un alto porcentaje por jóvenes menores de 40 años .


La última semana de diciembre 2017, un alto dirigente me solicitó algunas ideas en torno a un tema de calidad de la educación. Revisando algunas notas me encontré con la respuesta que yo había dado al cuestionario que me enviara Doña Nelly Amador, y me pareció pertinente compartir esa respuesta con los educadores jóvenes de la ADP, pido disculpas a mi amiga Nelly Amador por hacer pública 18 años después esa respuesta.

Pregunta 1 de Nelly Amador. Por favor, ubique el período de su gestión.


Respuesta Lorenzo Guadamuz
. Mi gestión, como Asesor Técnico Principal del Plan Decenal de Educación, en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, conocido con las Siglas de PNUD, perteneciente al Sistema de las Naciones Unidas, así como de Asesor Técnico Principal de la Secretaría de Educación, Bellas Artes y Cultos de la República Dominicana, conocida con las siglas de SEEBAC, fue en el período entre el 1° de junio de 1990 y el 30 de junio del año 1995.

Pregunta 2 de Nelly Amador. Según sus conocimientos, en qué dimensión concebía la Asociación Dominicana de Profesores –ADP-, el proceso de Transformación Curricular.

Respuesta Lorenzo Guadamuz. Para poder responder adecuadamente esta pregunta es necesario contextualizar varios aspectos de la situación socioeconómica y socioeducativa de la República Dominicana y de la Asociación Dominicana de Profesores.

En el aspecto socioeconómico es importante recordar que en el primer semestre de 1990 tres signos externos indicaban el estado del país: a) las continuas e interminables filas para conseguir gasolina; b) las penurias de los hogares por conseguir azúcar (en un país productor y exportador de este preciado bien); c) las altísimas tasas de desempleo y los bajísimos salarios mínimos, irreales desde cualquier análisis y que de ninguna manera respondían a la canasta básica de los hogares dominicanos.


En el aspecto educativo la problemática era el reflejo de la situación global del país. Tres signos reflejan esa problemática: a) el bajísimo presupuesto dedicado por el Estado a la educación, en ese momento el más bajo de toda América y uno de los 10 más bajos de todo el mundo; b) la paralización constante de la escuela pública por las continuas huelgas o paralizaciones de labores; como medio usado por el magisterio para llamar la atención sobre la desatención, en todos los órdenes, en que el Estado tenía postrada a la escuela pública, generando esas paralizaciones niños sin escuelas y años escolares de los más cortos del mundo; c) educadores con salarios irrisorios, que generaba altas tasas de deserción de educadores, que buscaban en el extranjero o en el sector servicios como poder mantener a sus familias con el mínimo de decoro.

Todo esto provocaba, lógicamente una muy mala calidad de la educación, maestros sin la formación ni capacitación requerida, ausencia de libros de texto, niñas y niños desnutridos, planes y programas obsoletos, ausencia de sistemas de evaluación del rendimiento escolar, para citar sólo algunos de los factores que inciden en la calidad en la calidad de la educación. Es bueno revisar el documento que entonces escribí titulado “Hacia un año escolar exitoso (1990)”, donde la problemática educativa fue planteada con mucha claridad.


En ese contexto, aparece la necesidad de aunar esfuerzos, de coordinar, de buscar nuevas innovadoras formas de lucha, de concientización a los grupos de poder (iglesias, medios de comunicación, empresarios, sociedad civil) lo cual fue conversado inicialmente y durante varias reuniones construido colectivamente en reuniones sostenidas por Nelly Amador, Rafael Santos y Melanio Paredes, con Lorenzo Guadamuz, después involucrando a Nicolás Almánzar, Rafael Toribio, Agripino Núñez, Ivelisse Prats de Pérez, Gustavo Tavares, Jacqueline Malagón, al grupo de Rocío Hernández con su movimiento de Plan Educativo, todos ellos iniciadores de un vasto movimiento de participación y consenso que llegó a involucrar a más de cincuenta mil personas en la formulación del Plan Decenal de Educación.


Producto de estas reuniones se vio la necesidad de elaborar una innovadora estrategia para presionar y convencer al Gobierno, elaborando Lorenzo Guadamuz el primer borrador, que luego fue ampliamente discutido y mejorado, con el aporte de ADP, Sociedad Civil, posteriormente conocido, mejorado y aceptado por la Comisión de Notables que había nombrado el presidente Joaquín Balaguer, me refiero al documento titulado Un Pacto por la Patria y el Futuro de la Educación Dominicana, base del proceso de transformación de la Educación Dominicana y el Plan Decenal de Educación.


Al inicio del proceso del Plan Decenal la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) no tenía una posición sobre la dimensión de la transformación curricular, la necesidad en ese momento era más imperioso pensar en cosas básicas. Sí existía una gran sensibilidad y necesidad de ver la educación en forma holística, Rafael Santos tenía una excelente visión sobre la educación en el contexto nacional e internacional y una gran preocupación por la situación socioeconómica del educador, así como por la obsolescencia de la legislación educativa; Melanio Paredes tenía una gran preocupación por la formación y capacitación de los educadores, así como por la asistencia que debía de brindarse al estudiante; Nelly Amador desde el inicio se preocupó por todos los aspectos que incidan en la calidad de la educación, en la obsolescencia del curriculum, en su pertinencia a las realidades culturales, regionales y de la especificidad de los niveles educativos, además de compartir gran preocupación por la situación de los educadores y los alumnos, añadiéndole el importante rol de las familias y de las

comunidades.

Poco a poco los otros dignos dirigentes de la ADP fueron aportando su contribución intelectual y gremial, así como cultural, a la problemática y solución prospectiva de la Educación Dominicana.


En el proceso de formulación de las diferentes Consultas, especialmente en la gloriosa Consulta Nacional liderada por la ADP y la SEEBAC se planteó ya la necesidad de dar fisonomía propia a una de las más importantes áreas del Plan Decenal de Educación, la Transformación curricular, con el indiscutible rol de Nelly Amador y Ramón Morrison, unido al liderazgo de unos 50 lideres de la ADP y otros 50 técnicos de la SEEBAC coordinados por Daysy García, y de otros consultores especialistas coordinadores de áreas entre ellos Ligia Amada Melo y Minerva Vincent y Victoria Jerez.


Pregunta 3 de Nelly Amador. Cómo valora usted la participación de la Asociación Dominicana de Profesores ADP- en el proceso de Transformación Curricular en cuanto a diagnósticos, formulación, ejecución, toma de decisiones y evaluación.

Respuesta Lorenzo Guadamuz. El proceso de transformación curricular no podría haberse realizado sin la tenaz participación de la ADP, que puso sus mejores recursos intelectuales al servicio de las múltiples comisiones establecidas para el desarrollo cualitativo. En todas las fases, en todos los niveles, su participación fue excelente, determinante, especialmente decisiva fue su participación en el Comité Ejecutivo Nacional, donde las múltiples corrientes prácticas, científicas, epistemológicas y de enfoques era una verdadera universidad construyendo el nuevo conocimiento curricular nacional.

Es importante acá recordar dos trabajos, a) la investigación sobre teorías del conocimiento encargados a Alejandrina Germán y Antinoe Fiallo y b) al trabajo realizado por Lorenzo Guadamuz, Nelly Amador, Ramón Morrison y otros titulado el Porqué y para qué de las Transformación Curricular, que recoge gran parte de las interrogantes de valor para la comunidad educativa nacional.


Pregunta 4 de Nelly Amador. Cree usted que el involucramiento de la Asociación Dominicana de Profesores – ADP – en este proceso le sirvió para fortalecerla o para debilitar.


Respuesta Lorenzo Guadamuz. Indiscutiblemente que el proceso curricular que involucra a la ADP en el Plan Decenal de Educación, en el proceso de transformación curricular, fue ejecutar su compromiso en el Pacto por la Patria y el Futuro de la Educación Dominicana, donde la participación de la ADP, era piedra angular en este proceso. Desde mi perspectiva, sin duda alguna la ADP salió muy fortalecida.


Pregunta 5 de Nelly Amador. Qué puede decirnos de las Autoridades Educativas en cuanto a si facilitaron o no la participación de la Asociación Dominicana de Profesores –ADP-en este proceso de Transformación Curricular.


Respuesta Lorenzo Guadamuz. Este proceso al interior de la Secretaría de Educación incorpora a las máximas autoridades como parte del Pacto por la Patria y el Futuro de la Educación Dominicana. Las Autoridades Superiores de la SEEBAC, desde el inicio sí facilitaron la participación de la ADP, no así algunos de los viejos funcionarios de la SEEBAC, especialmente en las instancias regionales y distritales, donde la historia había sido una confrontación permanente, llegando a lesionar valores de cada uno de los contendientes de ese proceso.

Ello motivó la necesidad de cambiar también a las autoridades educativas en las instancias locales, regionales y locales para realizar todo un proceso de permanentes intercambios en gorma horizontal, democrática, consensuando.


Para aumentar esa nueva actitud de trabajo conjunto hubo necesidad de realizar largas reuniones realizadas en el salón de actos de la SEEBAC, precedidos en la mayor parte por los excelentes Subsecretarios: Dr. Merete y el Dr. Tena, acompañados por el Asesor Técnico Principal y en muchas oportunidades acompañados directamente por la Secretaria de Educación Lic. Jacqueline Malagón, que en todo ese proceso tuvo un rol estelar.

Durante varias semanas había que reunir a todos y cada uno de los funcionarios; Jefes de las Secciones y los Departamentos de la SEEBAC, para motivarlos en la necesidad de cambiar esta nueva forma de convivencia pacífica, de consenso entre la Secretaría de Educación y la Asociación Dominicana de Profesores.


Si bien es cierto el proceso no fue fácil, podemos decir que fue sumamente enriquecedor y aleccionador para todos los participantes o los actores en este proceso, por lo que finalmente, puedo afirmar que las autoridades educativas facilitaron, en todo momento, la participación de la Asociación Dominicana de Profesores en este proceso, con las correspondientes salvedades en el tiempo, cuando por la necesidad de establecer claramente los roles de cada una de las instancias, hubo necesidad de clarificar para evitar que los roles se cambiaran, ya que había momentos en que algunos de los dirigentes entendían que su rol iba más allá y querían sustituir a las autoridades educativas de la Secretaría de Educación; especialmente ese conflicto fue dado en el proceso de las Pruebas Nacionales.


Pregunta 6 de Nelly Amador. Cómo valora la participación de la Asociación Dominicana de Profesores –ADP- en estas estructuras del proceso de Transformación Curricular:

a) Comité de Trabajo Diario

b) Comisiones por Áreas

c) Consulta Regional

Respuesta Lorenzo Guadamuz. Tal como lo dijimos en alguna de las respuestas a las preguntas anteriores, la participación de la Asociación Dominicana de Profesores en todo el Plan Decenal de Educación en general, y muy particularmente en Proceso de Transformación Curricular, fue excelente por los aportes académicos que dio, ya que la experiencia en las aulas de los profesionales que conformaban las diversas comisiones, aportaba una base de realismo de lo que era posible lograr en los diferentes niveles educativos y en las diversas asignaturas, especialmente significativo fue el gran aporte en lo que eran los Ejes Transversales del Currículo.


En el Comité de Trabajo Diario, la participación la podemos calificar de excelente, lo mismo el trabajo de las Comisiones y el de Consulta Regional, donde el aporte fue mayor por la movilización de cantidades de personas, por el tipo de consultas que pudieran realizar para recoger las opiniones que tenían el Sector Privado como el Sector Eclesiástico, Sector Militar y los grupos de Organizaciones no Gubernamentales, alumnos, profesores y padres de familia.

Pregunta 7 de Nelly Amador. – Explique si contribuyó o no la participación de la Asociación Dominicana de Profesores –ADP- de forma beneficiosa al proceso de Transformación Curricular.

Respuesta Lorenzo Guadamuz. La participación de la Asociación Dominicana de Profesores en el Proceso de Adecuación Curricular fue muy beneficiosa para todos los participantes, por el producto mismo que se llegó a obtener en los planes específicos para cada una de las asignaturas, las áreas y los niveles educativos; beneficiosos para el proceso, especialmente, más que para el producto, ya que la ADP apoyó la creación de la gran base de conocimientos y de estudios de lo que era teoría en boga en ese momento, lo que obligó a conocer las diversas experiencias que a nivel mundial se desarrollaban en torno a lo que eran las diferentes corrientes del desarrollo curricular; esto obligó también a un proceso de capacitación en lo que era el desarrollo de las diversas asignaturas ya que dentro de ellas podían existir corrientes distintas, como fue el caso del conflicto que llegó a generarse en algún momento por los siguientes enfoques de escuelas del desarrollo de las matemáticas.

Este proceso que en algún momento parecía ser conflictivo para algunos participantes, para otros fue un proceso de gran riqueza, donde por la necesidad de profundizar cada una de sus posturas epistemológicas, obligó a una mayor fundamentación, con lo cual el producto fue muchísimo más rico.

El aporte crítico de muchos pensadores, tanto dentro de la ADP como del mundo universitario, fue uno de los elementos importantísimos. Los continuos talleres nos llevaron a la producción de documentos de una gran calidad y de un gran aporte al desarrollo del pensamiento Latinoamericano, ya que no eran copia de otros modelos o de otros documentos que se importaban, si no que eran producto de la experiencia, de la pasión, de la ciencia, de la conciencia y de la visión prospectiva de lo que debería ser el desarrollo del currículo de la Educación Dominicana.


Pregunta 8 de Nelly Amador .- Encontraron las Autoridades Educativas dificultades por parte de la Asociación Dominicana de Profesores –ADP- para la participación de sus representantes, en el proceso de Transformación Curricular.


Respuesta Lorenzo Guadamuz. Creo, sin lugar a dudas, que nunca las autoridades educativas encontraron dificultades por parte de la Asociación Dominicana de Profesores para que participaran sus representantes en el proceso de Transformación Curricular. En algunos momentos, (dependiendo del desarrollo de otros conflictos y negociaciones en otro a mejoras salariales o en torno a algunos otros temas específicos donde podíamos tener visiones diferentes, como fue el caso de las Pruebas Nacionales) habían posiciones encontradas entre las autoridades educativas y la Asociación Dominicana de Profesores. En ese momento particular al proceso, podía generarse de parte del Buró de la ADP, una posición (muchas veces contraria a algunos de sus miembros), contraria a facilitar la participación de sus técnicos, pero podemos decir que eso era normal dentro de un proceso de construcción colectiva de los conocimientos curriculares y que, resuelto el problema de un evento, la participación sistemática y profesional siempre fue lo que prevaleció.


Pregunta 9 de Nelly Amador. Qué otros aportes considera usted hizo la Asociación Dominicana de profesores –ADP- a este proceso.


Respuesta Lorenzo Guadamuz. La Asociación Dominicana de Profesores, como uno de los principales actores del Plan Decenal de Educación y de la Transformación Curricular contribuyó especialmente a crear una nueva cultura educativa. En lo cualitativo se crearon los fundamentos de la Educación Moderna Dominicana. En ese proceso juntos, ADP, la Asesoría Técnica Principal y los otros actores decíamos: No más a la repetición memorística, sino la construcción del propio conocimiento; no es el dogmatismo, sino la tolerancia; no es la formación para el empleo, sino la formación para la empleabilidad; no es la educación según los niveles educativos, sino desarrollar la educación para toda la vida. Lo importante en este cambio curricular fue pensar no sólo en el maestro, sino fundamentalmente en el alumno; no se trataba de crear un sistema de instrucción, sino de educación; no era lo importante la burocracia central o departamental, sino el aula de clase; no era el reglamento abstracto, sino la escuela concreta y viviente dentro de una educación con rostro humano. Para ello era necesario reconceptualizar los sistemas de información y de evaluación, unido a la transferencia de potestades a las comunidades para vigilar el mejor desempeño y rendimiento educativo.


La transformación Curricular representó para la Asesoría Principal, para la ADP y para todos los actores del Plan Decenal, una filosofía de equidad en las oportunidades educativas; de innovación educacional; de modernización de la Escuela Pública, pero ante todo de ampliar los horizontes de las fronteras del conocimiento y de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación a los estudiantes de la Escuela Dominicana; ampliar los horizontes, dar la oportunidad a los y las estudiantes, a los y las maestras, de creer, pero ante todo debe ser. Debe los inicios del proceso de la transformación indicamos que el futuro de la Sociedad Dominicana dependería de la transición de una economía fundamentada en recursos a una basada en los conocimientos, en la información y en las tecnologías de la comunicación.


En la Asesoría Técnica Principal siempre conversamos con el equipo técnico de la ADP, así como ante los Equipos Diarios de Trabajo, que el desarrollo de las inter-redes e intra-redes de información y los efectos económicos, sociales, culturales y educativos provocarían cambios radicales en la modernización del Estado. Ellas modificarían las formas de gobierno, la creatividad, la cooperación y el compartir ideas, proyectos, investigaciones y programas de desarrollo. Visualizábamos, (aunque lo indicábamos que para la fase de emergencia no sería una prioridad), que debido al recurso de poderosas redes, los estudiantes, ante el Nuevo Siglo, tendrían una gran responsabilidad con su propio proceso de aprendizaje. Alertábamos a las autoridades del peligro de que este salto de la evolución de la informática se quedara sólo al alcance de algunas escuelas, sino se desarrollaba un proceso de introducción masiva de la informática educativa en la escuela y de democratización de la informática Educacional. Por ello en la formulación del segundo Préstamo se previó un amplio impulso a la informática de gestión y educativa.


Siempre en las reuniones de la Transformación curricular insistimos que la ausencia de un equitativo acceso universal a los equipamientos y a las tecnologías basadas en disciplinas pedagógicas, así como la información “on line” serían una gran barrera para una educación de calidad. Propugnamos para el futuro desarrollar una cultura informática, que incluyese una capacitación gradual en diferentes herramientas básicas: procesadores de textos, planillas electrónicas, bancos de datos, bibliotecas de software de información y de software formativo de tipo constructivista, además de amplios accesos a la INTERNET, que sabíamos sería de uso público a partir de 1995 en el mundo, para lo cual visualizábamos y preparamos a la Dirección de Informática de SEEBAC para ser el nodo principal de una amplia red educativa nacional, permitiendo el acceso a fuentes de informaciones variadas, garantizando la equidad entre las escuelas, disminuyendo las desigualdades entre las diversas Direcciones Provinciales de Educación.


Siempre indicamos en nuestro cotidiano diálogo con la ADP y los otros actores del Plan Decenal de Educación que el papel del Estado sería el desarrollar acciones que permitiesen disminuir las desigualdades entre regiones y grupos. Disminuiría desigualdades, en un mundo estructurado por el dominio de la información, significa permitir a todos un amplio acceso a sus más variadas fuentes, garantizando también a todos un conocimiento estructurado de cómo manipularlas. La equidad en la distribución de los recursos necesarios al acceso a esas fuentes de informaciones construye la ciudadanía, ya que con el avance de las tecnologías, las distancias han disminuido, esto significa transformaciones a una velocidad nunca vista. Toda la sociedad estará en constante y profunda transformación.


En la transformación curricular, con la ADP, era una preocupación esencial el asegurar la auto-estima de los profesores, para que ellos fuesen los facilitadores en la construcción de ese nuevo conocimiento, se buscaba ofrecer a ellos acceso a las nuevas tecnologías educacionales, ofreciéndoles apoyo intenso durante su período de aculturación. Pero eso partiría por un amplio programa de formación de maestros a nivel universitario como el que desarrollamos en PRODEP, licenciaturas, maestrías como las que desarrollamos con las Universidades nacionales y la Universidad de Montreal, después pensábamos que de los mejores 150 masters escoger unos 20 para doctorarlos con programas de calidad, ya que ofrecer una educación de calidad, significa combinar contenidos, métodos y medios capaces de potencializar competencias cognitivas y sociales.


Muchas veces soñamos con Nelly Amador, con Morrison, con Melanio Paredes, con Rafael Santos, con los Secretarios Provinciales de la ADP, con Pericles Romero y tantos otros compañeros que, en la segunda fase de la Transformación Curricular el estudiante y sus maestros serían navegantes y buscadores inteligentes de los conocimientos y las informaciones disponibles en la Internet, donde el alumno y el maestro serían pensadores críticos y analíticos, usando la tecnología y las telecomunicaciones, siendo el estudiante un ciudadano responsable, un trabajador, un estudiante permanente en la edad tecnológica, de la información y de la comunicación, en una sociedad globalizada, pero adecuada a la realidad social del país con respeto a las clases sociales más desfavorecidas, en un respeto a las diversidades culturales, a la cultura popular y a lo que Antonie Fiallo llamaba los diálogos de los saberes.


La gran contribución a la Educación Dominicana de este proceso de transformación curricular fueron dos excelente libros- aún vigentes:

a- Fundamentos del Curriculum, Tomo I, Fundamentación Teórico-metodológica

b- Fundamentos del Curriculum, Tomo II, Naturaleza de las áreas y ejes transversales.

c- Los libros de la Serie INNOVA 2000, Transformación Curricular en marcha. que fueron las propuestas curriculares para los diferentes niveles y modalidades educativas.


AGRADECIMIENTO. Mil gracias a

i- los cientos y miles de educadores y técnicos de la SEEBAC (Distritales, Regionales y de Oficinas Centrales) y a sus Autoridades Superiores e intermedias; a los Supervisores, Directores Regionales, así como al Consejo Nacional de Educación;

ii- a las autoridades, investigadores, profesores y Técnicos profesionales de las universidades;

iii- a las autoridades de las Fundaciones, como EDUCA,

iv- especialmente a los Asociados, directivos regionales y centrales y Técnicos Profesionales de la gloriosa Asociación Dominicana de Profesores, por su histórico aporte a esa notable experiencia del Plan Decenal de Educación de la República Dominicana delos años noventa.

v- A los Consultores nacionales e internacionales del Plan Decenal en el área Curricular , entre ellos a Cecilia Braslavsky, que en paz descanse.

vi- A los Proyectos de Educa, de PRODEP, del BID.

vii- a Rocío Hernández y su Plan Educativo , apoyado por la Fundación Ehbert

A los organismos internacionales, como PNUD, UNESCO, FAO, UNICEF, OEA, Banco Mundial, BID, Gobierno Español y tantos otros.

Lorenzo Guadamuz Sandoval.

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